viernes, 20 de julio de 2012

Perfil y declaración de intenciones.

Como primer texto, aquí están 5 puntos para establecer mi perfil y declaración de intenciones. Entrada abierta a ediciones y añadidos. 

1.- Soy bisexual.
2.- Soy profesora.
3.- Soy mujer.
4.- No soy heterosexual, no me "curé".
5.- ¿Qué quiero conseguir con este blog?


1.- Soy bisexual. Vivo en México, país latinoamericano con su alta dosis de machismo, misma que se manifiesta en el desprecio y violencia hacia la diversidad sexual. No conozco a bisexuales visibles (fuera del clóset), y las personas que conozco dejan de serlo al momento de tener pareja (se convierten en hetero, lesbiana, o gay). Aunque mi familia y pareja lo saben, yo misma no soy visible porque...

2.- Soy profesora. Durante mi primer semestre de la carrera surgió un debate, con un catedrático presente, sobre la legislación del matrimonio gay que rápidamente derivó a la adopción de niñxs. Ya estaba al tanto de la homofobia presente en mis compañerxs e institución, pero no lo entendí en su totalidad hasta que alguien expresó su indignación ante los hombres gay que ejercen la docencia, sobre el daño que "sus manerismos y actitudes" provocaban en niñxs y jovenes. Fue una mecha que se propagó con fuerza, donde lo más importante era "proteger a niños y niñas". Amo la docencia. Mi orientación sexual no influye a mi desempeño laboral, y es a través de mis errores y aciertos como quiero ser juzgada, por lo tanto asumí abandonar mi visibilidad. Comprendo que muchxs habrán podido vivir experiencias terribles, donde su crecimiento profesional se obstaculizó por su identidad sexual, y que podré ser juzgada duramente por las características que me favorecen (es la principal queja hacia la bisexualidad), sin embargo los prejuicios hacia esta situación son los que me han llevado a escribir mi experiencia.  

3.- Soy mujer. Desde muy joven me sentí atraída hacia ambos sexos, pensando en ellas como amigas especiales o "modelos a seguir" a quienes admiraba (no siempre fueron mis mejores amigas), y reconociendo más fácilmente mi enamoramiento por los niños, obviamente por el contexto social heteronormativo. Como no conocí el término "bisexual" o "queer" hasta la adultez, oscile entre la curiosidad y lo "normal" durante mi adolescencia. Ya como adulta el termino de lesbiana me estorbaba, porque seguían gustándome los hombres a pesar de tener más novias que novios, y fue en la palabra bisexual donde me encontré. Fue liberador, aún si se me acusaba de indecisa. Tristemente sufrí de bifobia al ser más aceptada cuando mis parejas fueron mujeres, pues en el momento que me relacionaba con hombres las amistades diversas que tenía se esfumaban. Incluso las que se denominaban bisexuales. La estabilidad y compromiso de mi relación actual con un hombre hizo que muchxs se apartasen definitivamente; fue un golpe duro ser discriminada por encontrar un amigo/amante/compañero de vida. Él es un hombre cisgénero (o cisexual: persona que no es transgénero) por lo tanto automáticamente se asume que soy heterosexual. No lo soy. 

4.- No soy heterosexual, no me "curé". Nunca me han dejado de gustar las mujeres, del mismo modo en que nunca dejaron de gustarme los hombres cuando tenía a una mujer como pareja. No soy visible, pero tampoco heterosexual. Sé que estoy asumiendo una postura muy cómoda por medio de "el que calla, otorga", pero guardar silencio tiene costo. Este blog es la muestra de ese precio, del vacío que me ocasiona ocultarme, del dolor emocional que resulta amputar para el público una parte de mi. Aquellos que dicen que la bisexualidad se elige o construye miente. Si así fuera podría vivir plácidamente como heterosexual, pero nunca lo fui. Amar a un hombre no me hace heterosexual. No soy bisexual porque este alternando parejas, o en el centro de un trío con un representante de cada sexo; soy bisexual porque he amado a hombres y mujeres, y cada una de estas personas me hizo vivir una experiencia particular, invaluable. Soy bisexual, con un hombre cisgénero que me acepta como soy. 

5.- ¿Qué quiero conseguir con este blog? Primeramente, catarsis saludable. En segundo término, buscar un camino a seguir. No conozco a nadie más en esta situación de invisibilidad, ni siquiera de forma virtual. La diversidad sexual no es ningún condicionante para el desempeño docente, y lxs estudiantes no tienen porque discutir sobre la orientación de sus profesores de la misma forma en la que no deben desperdiciar el tiempo de clase hablando del nuevo bebé del maestro, o del viaje de vacaciones de su directora. Sin embargo, considero que ser gay, lesbiana o bisexual debería tener el mismo peso en el aula como saber si lxs profesorxs tienen hijxs: mención de segundos para responder a la duda, y a continuar con la lección del día sin mayor consecuencia, asombro, o morbo. Suena a mundo ideal, pero ese momento llegará. Mientras tanto, necesito ordenar mis ideas. Creo firmemente en el poder de la palabra escrita, su impacto declarativo, y en el desarrollo personal que logra en quien escribe. Necesito expresarme. No puedo seguir más en silencio absoluto.  

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